EL olvido me hace pensar

Martes 13 noviembre

12 pm

 

Estoy aquí, con la mirada desviada, sin saber que me encuentro perdido en la inmensidad de mi camino. En la calle nombran mi nombre, se supone que soy un actor de  alto calibre que ni yo recuerdo.

 

En la clínica de Cartago se encuentra el doctor julio, un hombre algo optimista frente a mi diagnóstico.mi hermano fercho Todos los días me lleva en el coche a las terapias para modular mis vanos recuerdos  dejando me toda la mañana con si se tratara de un niño que se queda en el jardín, no puedo culpar a fercho desde que ocurrió el accidente siempre ha estado a mi lado incluso cuando no podía recordar una figura perdida con olor a mujer y reclamando mi amor.

 

En mi terapia rutinaria tomo un lápiz, rayo las hojas como un niño que aprende a escribir las vocales. saben, es muy frustran te pretender que estoy aquí sin entender por qué no puedo escribir. Señores trato poco a poco con un circulo maltrecho y algo que se parece a una vocal de difícil pronunciación, cada vez que lo intento mis manos se pierden en el papel con mis ojos en un punto que no me lleva a nada, señores estas son mis mañanas que terminan en una histeria que calma la mujer de olor amor.

 

PD: no siento quien soy, el nombre que me dicen ni lo puedo contextualizar en mi realidad, maldito accidente lo veo por partes en mis sueños, pero no lo recuerdo cuando despierto.

 

 

CARTA #1


Jueves 18 noviembre

10pm… 1 am

Fercho programo una cita con una muchacha llamada Inés. Mientras espero la llegada, me doy un paseo por la casa, se supone que construí con el trabajo de falsear mi ser. La casa es muy grande, un sentimiento de niño perdido me hace caminar por las fotos de la casa, salgo en todas con una cara tan feliz, ya no importa porque es un recuerdo del viejo yo. En esta casa tiene varios anaqueles con libro de mi viejo yo, tengo que reconocer que llevo varios días leyendo para encontrar me en alguno, poco a poco pierdo la esperanza de volver a ser yo. Me agota pensar en todo esto, pasando por la cocina y justo al llegar al patio esta la misma sensación que me dejo el primer día de recuerdos. Estaba allí sentado frente a una pared que no dice nada, pero a la vez me relaja. creo que esperare a Inés aquí.

 

A todos le he dicho como me siento, inexistente, perdido y sin una vida. Es bonito la nostalgia que me hacen las terapias, con la mujer de olor amor, no puedo recordar nada y temo volver a perder lo que estoy viviendo.

 

Inés llego a las 3 pm con un regalo que dice que le gusta a mi viejo yo. Me abrazo y yo igual, compartimos mi experiencia en la terapia, ella tenia una sonrisa hermosa cada que yo hablaba, tomamos café por unas horas y llego lo inevitable el fin de Inés con mi ser. Me tomo de la mano y bailamos una canción de mi viejo yo, se despidió con las palabras adiós papá, quise seguir el juego de Inés, adiós  hija.

 

PD: Inés me dejo pensando con ese juego, decidí pedirle ayuda a fercho. martín  Tu niña, nunca la dejabas sola, siempre tenias algo para sacarle una sonrisa. Hermano martín, me encantaría que pudieras recordar a tu hija, esa niña que se volvió tu razón de falsear varias vidas. Recuero ir a tu casa martín y ver como le enseñabas cómo te ganabas la vida de distintas formas y los ojos de mi sobrina no tenían precio. Inés volverá el próximo mes.

carta #2


Martes 30 de noviembre

1 am… 3 am

 Me acompaña fercho a las terapias como es de costumbre. ¿Martín no recuerdas lo que hacías el día del accidente?  - en mis sueños logro verme en un apartamento con luces apagadas, me acerco a una puerta y ahí termina el sueño- martín es justo lo que paso, pero falta mucho para que recuerdes lo que paso por completo, esperemos a que avance tus terapias, hermano querido.

 

 Fercho siempre con su sonrisa al dejarme en el hospital, a veces pienso que mi hermano debería dejarme solo, abandonado porque recuerdo como lo trate cuando era el viejo yo con recuerdos donde lo dejaba por el piso, en verdad tengo momentos donde ni puedo ver su sonrisa.

 

Descubrí que se me dan bien la escritura en los papeles arrugados donde escribo todas estas cartas, es una buena manera de releer mis recuerdos. La mujer de olor amor no se encuentra en las terapias, eso me hace sentir una pequeña necesidad de su presencia. de verdad no se quien es y ni ella me lo dice cuando nos encontramos en este mismo lugar, el día donde recorrí la casa ella estaba en las fotos, supongo saber quién es, pero el mismo pensamiento me supone una  nostalgia al no saber que ella es mi espero, ni rastro del amor que debo sentir de ella, seguro ella no pronuncia su identidad para no llorar como lo hizo Inés alguna vez.

 

la rutina de fercho es saludarme, comer y a dormir. La señora de servicio siempre a la misma hora la comida está servida en la mesa, nunca falla. Estábamos juntos en la mesa a las siete como era de costumbre, solo aparte la mirada del comedor un momento cuando demasiados gritos se escuchaban en la sala, mis manos  denotaban un crimen y fercho estaba tirado a un costado del comedor. Fercho se acercó, me tomo de las manos la histeria me tomo esa noche.

 

PD: señores no sé qué pensar sobre la mujer de olor amor, no hemos vuelto hablar, ella no asiste a las terapias. Siento que no debo preocuparme sobre esto, pero incluso siento mi corazón moverse al no verla.

 

 

carta # 3


3 de diciembre

10 pm… 1 am

Llevo tiempo sin asistir a la terapia, tiempo sin estar con Inés, ni mucho menos saber de la mujer de olor amor. La última vez que estaba aquí en casa vi a fercho en una esquina golpeado y yo con las manos llenas de sangre, la alucinación duro horas y solo podía escuchar el latir de mi corazón culposo, el sonido que producía los golpes de las personas que no entendía lo que pasaba. Todos allí en la misma posición, todos podían observarme, y el punto donde se encontraba fercho era la calamidad de mis lagrimas jutas a lo surreal de lo que pasaba. Todo acabo. Me dijeron que estas escenas pueden ocurrir incluso con los medicamentos. señores miro el techo de la habitación con miedo a apegarme a todos, incluso a estos recuerdos que pueden irse a no sé dónde.

 

La escritura es la mejor manera de saber que estoy existiendo en mi cuerpo, no me queda mucho de lo que fui, y un futuro incierto demuestra que ya no soy nadie ni para que sigo aquí.

 

Señores, le dije a fercho en su letargo que me permitiera una caminata por la gran vía, se siente mal aprovecharse del cansancio de fercho. Camine por horas pensando en lo que podía recordar del yo, era muy tarde, se imponía la inexistencia en el ser que soy.

 

Aquí entre carros, motos y uno que otro peatón, recuerdo que era un actor de esos que no molestan con su forma de ser y quieres ganar dinero, pero infeliz con las ganas de buscar a lo que dejo hace mucho. Inés esta entre cada recuerdo de toda mi existencia no como una más, sino como el fruto de algo que se fue. En mi rumbo por tantas cosas. alcanzo a denotar una chica con sus audífonos con una gran tranquilidad al pasar la vía, un sonido de tractomulá embargo la carretera, mi voz alcanza a la señorita mientras corría hacia ella. La chica respondió a mi voz en el mismo instante que paso la tractomulá, la chica me abrazo y con lágrimas dijo muchas veces gracias, en ese instante en ese preciso momento recordé la noche en el apartamento los problemas y la escena que yo y Roci tuvimos antes de que la casualidad que nos formó en esa habitación.

 

Tomamos demasiado, hablamos de nuestros problemas y cuando ya no estábamos juntos decidimos dormir juntos sin ningún contacto. Mientras trataba de dormir Rocí pronuncio te amo mientras me abrazaba, yo estaba resignado que el hilo de nuestra casualidad se desviara. Nos miramos a los ojos y las palabras perdieron sentido.

 

En la mañana paso lo inevitable, inexistente de nuevo pero una carta me dejo junto a las llaves. No pude recordar más, la chica no dejo de decirme gracias para irse a casa sin saber que estaba sufriendo una histeria de nuevo.

 

PD: poco después  fercho llego con Inés para dejarme en el hospital sin saber de la casta de Roci.

 

 

carta # 4


 5 de enero

10pm

Encontré la carta de Rocí junto los zapatos que use el mismo día que empezó la enfermedad, ataba los cordones haciendo piruetas y de repente no supe que zapato era el que amarraba, el derecho e izquierdo será. La carta la abrí después de volver del hospital con los recuerdos que aquejo desde la noche de las gracias, señorita Roci no recuerdo su físico y no sé si eres la mujer de olor amor.

 

La carta relataba de forma poética como vivimos esa noche, pero martín era el narrador: tome las copas de vino dejándolas en el cuarto mientras todos me miran, apague la luz del cuarto y solo el salón esperaba la entrada de roci. La música de la Rockola era amena al ambiente y en la puerta se denota que llego roci, abrí la puerta la abrecé y la deje pasar. Hablamos un rato en el salón y cuando ya las palabras no eran suficiente el baile nos tomó de sorpresa, todos nos miran. Lleve a rocí al cuarto tomamos las copas de vino en la habitación y seguimos hablando del futuro con la música a muy bajo volumen, después de todo sabía que los dos estábamos conectados en la misma dirección de un hilo que solo puedes ver tú, ya se estaba desviando nuestro camino y lo único que puedo decirte rocí es que la casualidad de nuestra relación creo al amor, y te lo dije mientras estábamos ebrios, te mire a los ojos y tu igual, solo nos besamos porque ninguno de los dos queríamos hacerlo.

 

Martín algún día la casualidad del amor nos unirá para saber si era amor lo que se forma con la casualidad, con amor Roci

 

PD: Roci no puede ser la mujer con olor amor ella prefiere alguien que la recuerde. la carta de roci me dejo con ganas de buscarla en los recuerdos que ya no existen.  

carta #5


 

20 de enero

9pm

Tome un paseo con Inés, vemos como en el vecindario todos podían gozar de una felicidad momentánea. Inés no contuvo más su felicidad de contarme como consiguió un papel para la gran pantalla, su sonrisa llenaba mi corazón mientras un impulso de abrazar a lo que puedo olvidar me dejo reflejar el amor que recuerdo por instantes, es triste saber que estamos junto y en cualquier momento ya no sé qué pueda pasar. Se que la enfermedad no se lleva mis sentimientos solo mis recuerdos, por fortuna.

 

Después llegamos a casa, fercho sale mucho con una dama en sus tiempos libres para apaciguar lo que sufrimos, ya era hora fercho no puede morir con su hermano.

 

Escribo todos mis días con una cronología exacta por si pierdo el recuerdo la literatura escriba la historia, es algo gracioso no saber nada y al releer todo esto seguir igual, pero con los mismos sentimientos. Llevo pensando en la mujer con olor amor y Roci, la mujer de seguro perdió el hilo que nos unía, que nos hacía ser uno al fin de nuestro día, no la culpo amar a alguien que no sabe a quién ama hace que duela el corazón.

 

Ya no sé que pensar, se que el olvido de todo me deja, pero el recuerdo de  roci es el único que no se puede ir. Fercho me llevo a una comida para celebrar la primera escena de mi hija, invitaron a toda la familia tíos, tías lejanas y uno que otro que ni recuerdo. En la celebración se encuentra la mujer con olor amor acompañada con un hombre que si la puede recordar. Inés me llevo a un lugar apartado de la celebración para presentarme a su pretendiente, un joven con  la misma cara de soñadores me hace muy feliz que Inés, fercho y la mujer sean tan feliz y a la vez me hace inexistente en sus vidas.

 

 

Me senté un rato en el salón y olvide quienes eran uno por uno hasta llegar a estar en el cuarto, pero estoy muy solo y ella no está, volví a tener otra histeria de forma más sensible. saben una chica de la misma edad que yo, se acercó me pidió bailar música de mi viejo ser, nada se escuchaba seguía con la histeria en mi ser con matices, pero el sentimiento que la chica me demostraba y su baile muy parecido al de aquella noche  familiar.

 

La misma boca, los mismos brazos suaves, y su figura transportadora la juventud. Nos miramos al mismo tiempo, nos envolvimos como la misma noche en aquel apartamento, su nombre no lo recuerdo, ella murmuro la misma palabra que dijo esa noche, te amo. Termino la histeria y supe quien era solo la abrace mientras decía que no quiero seguir olvidando a nadie roci, ella acaricio mi pelo hasta que vi su cara y sabía que todo estaría bien.

 

 

PD: leí todas las cartas y mas que dejaba en mi mesa de noche. por qué perdí la memoria esa noche. Puedes llevarte mis recuerdos, pero nunca el sentimiento que me produjo la casualidad del amor por rocí. Ahora tengo la misma tarea que antes volver hacer recuerdos con estas cartas. Sé que el hilo de la casualidad nos une por sentimiento que ni mi enfermedad no puede eliminar incluso estado muy lejos. 

 

efectivamente era roci, se cómo llegar a su apartamento lejano por las noches de histerias. 

 

 

 

carta # 6